Friday, October 13, 2023

 El MIEDO Generacional del terror Socialista.

El síndrome del secuestro Socialista en Cuba.

La psicología del miedo y el terror CONDICIONADO de cada día durante generaciones, que solo conocen la sospecha, la coacción, los fusilamientos las prisiones. El miedo de morir en el mar, a perder su trabajo, a ser agredido, asediado, repudiado o acorralado en su sobrevivencia.

Alfredo Triff o esperando la contrarrevolución

Este es un libro de resistencia.

Escrito con el puño crispado y el aliento contenido frente a una presente amenaza.

Alfredo Triff expone en estas páginas el mecanismo totalitario de la corrección política y el wokismo que mina la sociedad norteamericana y, en general, esa mancomunidad de valores, tradiciones, costumbres, saberes y normas que llamamos civilización occidental.

Fragmentario en su composición y abarcador en su visión, es quizás el primer texto que expresa la angustia de tres generaciones de exiliados cubanos frente al avance de una ya conocida opresión. Los signos de la toma del poder marxista están a la vista, pintados en las puertas de nuestras casas. Muchos se niegan a verlos. Pero nosotros los llevamos marcados a hierro en la piel.

“Hoy en los Estados Unidos, nuestra patria adoptiva,” dice Triff, “vivimos una repetición de aquellos años aciagos. Las repeticiones no son calcos, pero las similitudes son pavorosas”.

Página tras página, Triff va desmontando, con lucidez no exenta de una amarga ironía, el entramado de la interseccionalidad woke y la industria del victimismo, las falacias del privilegio blanco y el racismo sistémico, la trampa del reclamo identitario y las perversiones del presentismo histórico, entre otros tópicos totalitarios.

En su urgencia de comunicar un mensaje de manera sucinta y clara, contestataria y a contracorriente, este libro, que a todas luces es un libro de combate, muestra su parentesco con las clandestinas culturas del samizdat en las dictaduras comunistas de la Unión Soviética y Europa del este, al igual que con la cultura del dazibao en la China maoísta.

Por cierto, con sus consecuentes riesgos. Si aquellos textos exponían al autor disidente al castigo oficial, no cabe duda de que este texto expone a Triff a los rigores de la cancelación cultural prevalecientes en los medios, la academia y el mundo editorial. Lo convierte, pues, en un marginal.

Entre otras claves del wokismo desarmadas por Triff está el catastrofismo del cambio climático. Para los globalistas, la narrativa de una ficticia hecatombe planetaria permite un amplio radio de acción, por citar algunos aspectos, en los proyectos de reducción de la población mundial, sobre todo en África, la promoción de las tecnologías de energía eólica y solar procedentes de China, la erradicación del campesinado en las naciones desarrolladas, el desplazamiento de inmigrantes que ofrezcan mano de obra barata a los grandes centros industriales, en detrimento de las clases medias autóctonas, y la restricción del acceso a los combustibles fósiles a los países en desarrollo.

Triff parte del obvio presupuesto de la adaptación de humanos, animales y naturaleza a los cambios climáticos. En cuanto al calor, destaca el sabido, pero escatimado dato de los tres picos sobrevividos en el planeta: el calor minoico de 1600 a.C., el calor romano de 361 a.C. y el calor medieval de 950 d.C., con cuatro, dos y un grado centígrado, respectivamente, por encima de nuestra época.

A fin de no agotarle a los lectores el disfrute de los argumentos del autor, diré simplemente que ayudan a poner en tela de juicio lo que Gerard Baker define como “la casi bíblica creencia en el catastrofismo climático, según la cual el pecado primordial del hombre consumidor de energía sólo puede expiarse mediante el sacrificio masivo del progreso económico”.

La última sección del libro trata de la catástrofe castrista. Triff repasa, con anécdota y estadística, más de 60 años de fracasos económicos, disparatada ingeniería social y destrucción deliberada del entorno urbano, que transformó a La Habana de una de las urbes más modernas y vibrantes del mundo en una irredimible Calcuta.

Aporta en su análisis dos tesis polémicas, pero, a mi juicio, iluminadoras.

Primero, que el castrismo existe antes de Fidel Castro, en la consagración de la teleología revolucionaria martiana desde fines del siglo XIX, dominando el discurso político de la República. El ideal revolucionario cubano, afirma Triff, “es una manera castrista de ser”.

Segundo, y de aquí el provocador título del libro, que en su temerosa y/o oportunista conformidad con el status quo, así como en su imposibilidad de explicarse su situación y erigirse como comunidad en rebeldía, el ciudadano sostiene a la dictadura con su participación obligada o voluntaria. “¿Qué espera un pueblo que ha participado ya en cientos de cientos de desfiles?”, pregunta Triff. “¡El próximo desfile!”

Advierto que esta lectura agrava mi pesimismo. Una ola revolucionaria, leninista en su método y utilitaria en su designio, está barriendo la cultura, el prestigio, las instituciones políticas y hasta la identidad biológica del hombre occidental. No es una moda, es un programa. Su propósito es destruir los valores que desde Grecia y Roma nos han permitido oponernos, mal que bien, al asalto del colectivismo y la usura, a la degradación de la razón y a la desacralización de la familia como núcleo esencial humano.

La izquierda y el capital han encontrado el beneficio común de un nuevo modelo de esclavitud, con unos medios técnicos y unos poderes de control y seducción que sobrepasan el fatal augurio de las utopías totalitarias.

De seguir así las cosas, y puesto que no veo el avance de una inteligente y agresiva contrarrevolución, me temo que este libro ahora necesario será mañana otro libro prohibido.


Jesus Rosado

Un texto convincente para espíritus inseguros. Una vuelta de tuerca al acomodamiento, al conformismo, al fidelismo gratuito y servil. Un alerta contra el adormecimiento de conciencias y el avance de dogmas hacia nuestra zona de confort. Aviso necesario, urgente, ante la extendida epidemia woke en el contexto democrático. Texto anti-endémico y profiláctico. El primer ensayo de vacuna contra el castrismo.











Monday, September 18, 2023

La Muerte Cubana de Hemingway

Autor: Reinaldo Bragado


Editorial el ateje
Disponible en el enlace de Amazon.com abajo:

De nuevo otra lectura me mueve a la reflexión, al comentario, a la introspección y a la vez a querer compartirlo. No soy un profesional crítico del arte y las letras, solo soy un tecnócrata retirado, amante de la lectura y la reflexión. Aunque en estos últimos tiempos y ahora que tengo el ocio deseado, he dejado de leer literatura y me inclino más a leer Historia, Ciencia y Filosofía. También, he tenido en la vida la suerte de haber escogido amigos inteligentes, intelectuales de carrera, periodista, escritores, poetas etc. Asimismo, tengo la dádiva de que escriben bien, y que como Bragado han dejado o tienen un legado artístico e intelectual que los certifica como buenos profesionales de las artes y las letras. Quiero compartir esta recientemente póstuma publicación, que gracias a su viuda Maria Rivera, a su perseverancia y amor por mi amigo Bragado, ha visto la luz. Es esta una de las mejores novelas de Reinaldo Bragado Bretaña: “La Muerte Cubana de Hemingway” editado por la Editorial el ateje. La portada, más acertada no puede ser. Dos símbolos necesarios al tema que trata, el yate “Pilar” y el Castillo del Morro como símbolo de la amada ciudad. Todos los escritores están en lo que escriben. En sus novelas está su carácter, su psicología, su modo de ver la vida y su perspectiva de ella en general; ficción o no ficción. En esta novela, como en otras de él, está Bragado para el que no lo conoció, y para mí que fue y es mi amigo de toda la vida. De todas formas, en esta lo leo a él más que en otras, su carácter, su agudeza, su desconfianza del mundo (siempre en guerra con él), su inteligencia, su conciencia alerta y su énfasis en la vida y en su propia fantasía como si supiera que iba a partir temprano de antemano. En esta deliciosa novela, Bragado recorre la fisonomía y el carácter de su amada Habana, la misma Habana de los Tres Tristes Tigres de Cabrera Infante, escritor al cual admiraba y del cual presentó uno de sus libros en la Feria del Libro de Miami. En este manuscrito de Bragado está la geografía, el carácter, la historia y el espíritu de la amada otrora hermosa ciudad, ahora destruida por el bombardeo socialista que ya dura más de 60 años. Bragado camina por las calles, las delicias, la cultura, la idiosincrasia y los defectos del cubano y su ciudad. Recorre la tropical ebullición constante de actividad diurna, nocturna e imaginaria de manera magistral, imaginativa y brillantemente conectada en la trama de esta novela. Se regodea en su arquitectura, en sus hábitos y sus quehaceres. La magia de nuestra ciudad, su alegría, su sensualidad, su sexo promiscuo y despreocupado, su alegría y su Historia están por todas partes en la novela. En sus páginas está el buen comer, el buen beber del cubano, su cultura hedónica y su historia de Isla exitosa en el medio del Caribe, su camino de adelantada isla productiva y funcional. Isla al fin y recodo triunfante en comparación con la región Latinoamericana. Siempre cercana al exitoso progreso de la gran potencia norteamericana, Cuba, en contraste con otras naciones del Caribe, sí aprovechó, emuló y estuvo siempre contigua al avance y a la exitosa economía norteamericana. Abundancia, vida alegre y futuro. No era una nación perfecta, padecíamos de las taras propias de nuestra cultura, pero exitosa era esa nación, y muy lejos de la actual miseria socialista. La actividad de los bares, restaurantes, cabarets, hoteles en ebullición constante. La Habana era el New York del Caribe, que tampoco descansaba ni dormía, ni dejaba caer su desarrollo, esplendor y protagonismo. En la novela está la semilla de una película del “Film Noir” que tanto le gustaba y de las que Hollywood hizo muchos clásicos en la década de los 50. Muchas de ellas, salidas de las novelas del Hemingway que también admiraba. Esta novela me hizo pasear una vez más por esas calles, Muralla arriba, Obispo abajo; me hizo entrar y salir una vez más a la ciudad amurallada, sus vestigios, su historia. Bragado está en esta novela, Bragado “es” esta novela. Su carácter en el hechizo de sus muertos, su espíritu desconfiado en guerra con el mundo. Su humanidad esta regada por la ciudad, en sus caracteres, en los escritores que admiraba, en los amigos, y en la trampa viceversa que siempre le jugaba la adversidad de lo imprevisible y la disfuncionalidad que detestaba. El personaje Mandel, me resulta un personaje a su imagen y semejanza. Su batallar y rebeldía con la vida y con su familia, le andan cerca a esta novela. Su intriga y misterio, huyéndole a la mordida de la muerte. Esta novela no solo es la novela y su título, sino que mucho otros títulos en una novela; las que escribió y las que dejo de escribir por su temprana partida. Creo que de sus novelas, cuentos y poemarios, es la fantasía de lo que escribió aquí, lo que más tiene de él y de su imaginario mundo insertado en la realidad. Esta novela, tiene entre diálogo y dialogo, la descripción de lo maravilloso de una ciudad y sus misterios, su historia, el discurso de un ensayo filosófico que también disfruté y su mundo interior mirando al Universo y al Hombre. Aquí está él en la premura, infatigable, desconfiado y paranoico hasta consigo mismo, enfrascado en su insistencia por la felicidad. Continua en esta novela renunciando a dejarse doblegar por el mundo, insistiendo en su propósito, en su amor por la intriga y en el misterio de la muerte con una “sed que nunca ha de calmar.” Aquí también encontramos, su estoica desconfianza de todo y de todos, de la ineficiencia que lo persigue, la falta de seriedad y las mentiras que abunda por todas partes. La “universal mentira” que lo asaltaba, lo acosa insistentemente compitiendo con Dios por los vericuetos de la vida. Aquí Bragado otra vez, persigue el milagro de la creación y se convierte en adivinador de su muerte en esta angustia “postvaginal.” Tenía una perfecta noción de su felicidad interna, y la esparce por estas páginas y en el misterio de esta ciudad embrujada, ensimismada y encantada por el fatídico flautista socialista que la ha de destruir en el futuro. Este es su ultimo testimonio, describirla, amarla, antes de que desaparezca. Es también un tratado sobre la libertad, como el letrero que puso una vez en su puerta: “Aquí Vive un Hombre Libre.” Inmediatamente, una larga colección de mujeres solteras empezó a tocar en su puerta. Entonces ya era una ciudad y un país que empezaba a perder la noción y el significado verdadero de lo que era “Libertad.” Hay mezcla de largos capítulos de ensayo entre espejo y espejo, entre la cruda sensualidad del placer y la quimera, entre la percepción y los sentidos de la realidad y la historia de la ciudad. Hay recorridos por las iglesias y a través de la colonial Habana que formaba su identidad. Frecuentemente me decía: ¿y que hubiera sido de nosotros si hubiéramos sido colonia inglesa por más tiempo?  Esta novela, en la mejor tradición novelesca del género, describe la voluptuosidad y el gusto de la mujer cubana y su egocentrismo corporal. Describe al macho Mandel criollo cubano de entonces, y no al “acere” de estos días. Describe a una entonces idiosincrasia ya perdida en la vulgaridad. Los personajes, traspasando al amor más allá del deseo y atrapados en su sensual contagio de la carne y la imaginación, sencillamente apuestan a ser felices no importa el modo o el costo. Transcurren en la novela, haciéndole trampas a su propia “teoría del envejecimiento” y de la manzana perdida, regando su juventud sin advertirlo por todos los muebles y objetos inanimados, equivocándose solos y cada uno por su cuenta. En esta novela viajé por La Habana desaparecida que una vez dejé. Así es de irresistible la trama de historia política y policiaca en esta novela de misterio detectivesco, de espías de doble culo y múltiples credos sirviendo al mejor postor, profundamente existenciales. A mí, y a estos espías de la felicidad en la magia del dialogo de los espejos, con el cuerpo de Paula jugando al amor en la bañadera, y con Martel atónito en su propia imagen, les sorprende el siempre inesperado final. También pasean por estas líneas la poesía del amor multiplicado en la sensualidad cruda, la musa múltiple del sexo, el tacto, el olor y la fantasía temerosa de la realidad. El volumen del coro de sus voces interiores es alto, apenas se alcanza a oír el ruido del mundo exterior en guerra con todos y con ellos mismos. Esta es una bien construida novela, un entarimado de intrigas al gusto, historias entre historias y un atisbo de la penetración del comunismo en el Caribe. Es también un trabajo investigativo histórico y de ficción, este muñeco esta armado con oficio. Avanzando en un rápido y fugaz presente, hacia un obscuro futuro, cada vez más lejano de esta historia pues yo no sé qué leen las nuevas generaciones, si es que leen. A pesar de ellas, una buena novela es una buena novela.  Él estaba convencido de que el mundo, multiplicaba su fantasía y constantemente se convierte en otra cosa a pesar de lo que era… Que razón tenías, querido amigo. KUDOS una vez más.

Thursday, August 31, 2023

"Primero está la realidad, después la idea de la realidad y finalmente la idea de la idea" A. Triff.

¿Por qué el pueblo cubano (aún) apoya al castrismo? (Spanish Edition) 

by Alfredo Triff (Author)

"Un grito de alerta frente a la barbarie que ha minado nuestra civilización." A. Reynaldo

Monday, December 26, 2022

  "Un libro sobre la tradición; la tradición y la creación poética y literaria"
Para los que no le tememos al pasado , y a lo que ha pasado , conocemos su rostro  y sufrimos sus secuelas.

 «De un poder que es más fuerte que cualquier poder material y meramente humano.»
Gonzalo Rodríguez García

ARMANDO DE ARMAS: UNA BATALLA POR LA TRASCENDENCIA

Presentación al libro de Armando De Armas por Andres Reynaldo

Estamos en el alba tormentosa de un nuevo Espíritu Epocal. Vacilante ante sus enemigos internos y externos, Occidente ha llegado a un estadío de ruptura en que debe elegir entre su renovación en la Tradición y el falso y autodestructivo humanismo de la postmodernidad. Ni siquiera durante las dos guerras mundiales del siglo XX se había hecho tan pertinente la advertencia del Deuteronomio (32:20): “Les voy a ocultar mi rostro, a ver en qué paran”.

Este libro de Armando de Armas, breve de páginas y pródigo en saberes, nos invita a renovar nuestra mirada en viejas fuentes, a desbrozar la selva positivista que se cerró a nuestras espaldas, separándonos de la original conexión con el principio de simpatía entre el hombre y el cosmos definido por Plotino y que hace unos años Reiner Schürmann nombrara como “la metafísica de una radical trascendencia”.

          En la introducción al libro, Armando sitúa su obra en el espectro de lo que él ha bautizado como realismo metafísico. Llega a esa conclusión, nos dice, durante la presentación de uno de sus libros, cuando un lector se interesa en saber a cuál corriente suscribiría su quehacer literario. (Episodio de invertida mayéutica en que la pregunta del discípulo conduce a la iluminación del maestro). Por despeje de factores, lo suyo no son el naturalismo y el realismo decimonónicos, el realismo dramático de la moderna narrativa anglo-americana y menos que menos el realismo socialista. En un desafío a la moda también queda fuera esa adormecedora camisa de fuerza adornada con motivos tropicales que es el realismo mágico latinoamericano (más bien una pijama de fuerza), reducido a una fórmula inane, digo yo, por no alcanzar nunca la vital profundidad ni la universalidad de los caracteres de sus matrices clásicas y cuya cumbre moderna no está en García Márquez y otros facsímiles razonables sino en Rabelais y Cervantes.

          Armando declara que su escritura busca abarcar “la superficie de los seres y las cosas, lo visible, y la profundidad de los seres y las cosas, lo invisible, el mundo de la materia y el mundo de lo numinoso, lo finito como manifestación de lo infinito, la representación y la presencia; el símbolo y la cosa simbolizada en suma”. Se trasluce, entonces, que su ambición es participar de la visión total de los aedas nórdicos y los bardos indios, persas y griegos, cuando aún la poesía es rito y su primera función es comunión. Esta visión gana su apoyo en la inagotable herencia greco-latina, los místicos de las tradiciones hebreas, cristianas y musulmanas, los grandes maestros budistas, en fin, en las enseñanzas de los pensadores y creadores, antiguos y contemporáneos, que aspiran a descifrar la trama universal y misteriosa subyacente en todo tema y en cualquier época.

          En su ensayística, nos dice, su propósito es “desmitificar la realidad rampante de los mitos disfuncionales que se expresaban en dogmas políticos, sociales y académicos al uso”, mientras en la narrativa intenta “mitificar la realidad en sincronía con los mitos fundacionales sobre el origen de los dioses, los hombres, la cultura y las naciones”. Armando continúa esta línea de pensamiento en el que viene a ser el primer ensayo, titulado “Nada nuevo bajo el sol”. De hecho, lo que él llama, pienso que por un afán de precisión epistemológica, realismo metafísico, está inscrito en toda voluntad clásica que se expresa a partir de la Tradición a fin de continuarla por nuevas ideas, sirviéndose de nuevos medios y abriendo nuevas interpretaciones. Cita a continuación una larga lista de grandes autores cuyas obras manifiestan esa conexión con la esfera primordial, el poder de penetración en la esencia de los fenómenos. Están citados ahí, entre otros, los visionarios que revelan la conjunción de las religiones en el Uno, como Guenon; los que devuelven el poema a una dimensión profética como Blake y Pound; los que recrean y entretejen una y otra vez la madeja de las civilizaciones, como Goethe, Hess, Borges, Paz; los que anticipan el brutal descenso en el nihilismo, el absurdo y la negación de Dios, como Nietzsche y Dostoievski; y los que presagiaron, como Huxley y Orwell, la inminente pesadilla de una servidumbre administrada por intocables elites burocráticas y financieras con avanzados medios tecnológicos. Todos, a su manera y en su circunstancia, preparándonos para esa guerra futura, quizás ya de hoy, que será en palabras de Philippe Sollers “total y espiritual y, en consecuencia, invisible en gran parte”.

          A partir de los siguientes ensayos “El hombre pez” y “Luz y sombra en la creación artística que mana de lo numinoso”, Armando hace converger su estética en la acción. La misión en la batalla del espíritu es liberar a este hombre “esencialmente disminuido” […] que piensa “que el mundo de la pecera es el mundo, o el mejor de los mundos posibles, peor aún, piensa que piensa pero no lo hace, piensa que es libre pero no lo es”. Luego, en los ensayos “La oscuridad del realismo metafísico no sería más que oscuridad de Dios” y “El peligro de la cultura materialista”, el autor hace su vela de armas (valga la coincidencia) por la novela moderna: “expresión de libertad en un mundo que no es libre”. De ahí pasa a considerar los claroscuros del escenario del combate, donde el Bien y el Mal (no nos equivoquemos, ese es el tema central de las obras verdaderamente transformadoras) opera en las tinieblas de nuestro propio entendimiento, degradado por un “racionalismo relativizante”.

¿Cómo salvarnos? ¿Cómo salvar la civilización? Habría que elevarse sobre la historia, “apoteosis de las apariencias”, según Ciorán, para comprender que la debilidad que nos paraliza frente a nuestros evidentes enemigos surge, dice Armando, de “la cultura materialista, que ha permeado, encallecido y acanallado a la sociedad europea-estadounidense desde la Revolución Francesa para acá”. China, el terror islámico, el Deep State, la codicia globalista de amplios sectores del gran capital medran en el olvido de lo que realmente somos, en la abdicación de nuestra alma. Lo mismo ocurre con la izquierda, tanto la radical como la que se autoproclama moderada y acepta pasar por las urnas. Derrotado por el capitalismo su empeño de instaurar la colectivización forzada, ahora le propone al capitalismo la ganancia de la colectivización inducida. Dice Armando: “Una cultura, una nación o un imperio no decae y desaparece por motivos de carencias materiales, decae y desaparece cuando en la plétora de riquezas materiales se aleja de la tradición espiritual gracias a la cual ha prosperado, así, empobrecido el espíritu, empobrece, enferma y muere en consecuencia la cultura, la nación o el imperio; la cultura siempre como un puente entre el espíritu y la manifestación material de la nación o el imperio”.

En “Cabalgando el tigre con Evola”, Armando nos remite a Henry Miller y Julius Evola, dos autores fundamentales de la resistencia contra “la locura organizada del mundo normal”, en palabras de este último. Si Miller resiste mediante la potenciación del sustrato dionisíaco, Evola lo hace, como Ernst Jünger, con un llamado a la emboscadura. A este nivel, a mi juicio, el libro profundiza en la apoyatura de la tesis de Armando, y lamento que la esquemática brevedad impuesta a una presentación impida el comentario en su merecida largueza. Tal vez, el lector coincida conmigo en que los ensayos “Politeísmo y monoteísmo: plausible influencia en la creación literaria” y “La Ilíada y la Biblia” constituyen una unidad. Ambos textos llevan el asunto al punto de partida de la literatura y el arte occidentales, a saber, el politeísta arquetipo ilíaco y el monoteísta arquetipo bíblico. El primero, dice Armando, determina una creación literaria en una espiral. El segundo, “determina una creación literaria que se expresa como una progresión hacia adelante”. La Ilíada como matriz del realismo metafísico; la Biblia como matriz del resto de los realismos. Contrapunto occidental entre infinitud y temporalidad.

Las piezas tituladas “Los fundamentos metafísicos de los géneros literarios”, “Dioniso-Apolo o el espíritu de la nueva época” y “Las puertas del cielo y el infierno”, traen la meditación de vuelta a la Historia. Topamos de nuevo con Plotino, sobre “el efecto benefactor de la belleza en la conciencia del hombre” y el principio de la simpatía, que une las cosas y los seres, y los hace converger sobre el mundo. La guerra contra la belleza, dice Armando con gran tino, comienza igualmente con la Revolución Francesa. Vimos que, en el Renacimiento, las artes y la arquitectura dan un salto hacia arriba en aras de una mayor perfección. En cambio, cuando la idea del progreso racionalista justifica la destrucción de la Tradición, el salto será hacia abajo: el abismo de una experimentación hacia la fealdad y la insustancialidad. Ya no importa que Dios vea nuestras obras. Dice Armando: “[…] se hace difícil diferenciar entre una iglesia y una agencia de seguros, entre una funeraria y una fritanga, los bancos como templos y el dinero como Dios; Google como maestro”. Traza a continuación el arco histórico desde 1789 a 1989 y observa que con la caída del comunismo en Europa no asistimos solamente al triunfo de las democracias liberales sino también al comienzo de su fin.

Los últimos 10 ensayos o tratados, algunos muy breves aunque no leves, se ocupan de José Martí. Partiendo de la lectura del Diario de campaña, Armando nos ofrece la perspectiva del Martí que, por primera vez en sus 42 años, queda iluminado por dos experiencias radicales, intransferibles: la guerra como presencia, promesa y superación de la muerte, y la fascinación sacra con una naturaleza exuberante que desborda sus sentidos y, en ocasiones, su sintaxis. Armando ve en las páginas del 9 de abril al 17 de mayo de 1895, la concreción de Martí como un realista metafísico. Apenas en tres semanas, el prócer se deshace de la impedimenta conceptual del discurso patriótico-político. Será por eso, me atrevo a pensar, que de toda la obra martiana sea lo menos conocido, lo menos buscado, lo menos exaltado por políticos y académicos. Acierta Armando al ver en ese hombre en continuo trance las características de los místicos guerreros de las antiguas tradiciones indoeuropeas consideradas por Evola en su Metafísica de la guerra. Concluye: “Sólo así, mediante la idea de la metafísica de la guerra, nos sería dado el poder aprehender el enigma de Martí el Apóstol, el Homagno, el Hombre Nación”.

He leído este libro con la gratitud debida a un extraordinario regalo. Una descomunal batalla se cierne en el horizonte de Estados Unidos, en particular, y de todo Occidente, en general. Evola dijo que, cuando un ciclo de civilización llegaba a su final, era difícil lograr algo oponiéndose frontalmente a las fuerzas en movimiento. Lo esencial, agregaba, era no dejarse impresionar por su omnipotencia, por su aparente triunfo. Y advirtió: “Esas fuerzas, privadas de conexión con un principio más alto, tienen una cadena corta”. En efecto, estas fuerzas aniquiladoras tienen bancos, expertos, intelectuales, gobiernos, museos, activistas violentos y pacíficos, cadenas de televisión, espías, ejércitos. Tienen, sobre todo, el poder de seducir a la chusma. Pero carecen de la sustancia y el aliento de una tradición. Son tribus sin libro, sin comunión, sin sed de trascendencia. Ahora, debemos mantenernos despiertos durante la larga noche, como proponía Hoffmansthal, para recibir a los que vendrán en la mañana. Gracias, Armando, por no dejarme pegar un ojo.

 

Andrés Reynaldo.

Miami, diciembre 17 del 2022.


Friday, November 25, 2022

Americana Semper Fidelis, Americana
FOREVER "GRACIAS"               
Poema de Andres Reynaldo, nació en Calabazar de Sagua, en 1953.. 
NOVIEMBRE 24, 2022 / THANKSGIVING
“Si la única oración que dices es ‘gracias’, será suficiente”. – Meister Eckhart
Doy gracias.
Por tener más de lo que pido, más de lo que necesito y, sobre todo, más de lo que merezco.
Doy gracias.
Por haber encontrado patria donde sólo pensé que encontraría refugio.
Doy gracias.
Por haber recibido en esta amenazada tierra las lecciones tácitas y explícitas, dolorosas y regocijantes, que me enseñaron a dejar de ser un esclavo para ser un ciudadano.
Doy gracias.
Por el derecho a decir mi palabra y cargar mi fusil.
Doy gracias.
Por los libros que me han acercado a Dios y a la Razón.
Doy gracias.
Por saber, yo sí lo sé, que en la gran batalla de mañana (porque vendrá una grande y sangrienta batalla) estaré en vida o en memoria en el bando de Grecia y Roma, de Santo Tomás y San John Henry Newman, de Hernán Cortés y de George Armstrong Custer, de Tomas Stearns Eliot y de Jorge Luis Borges, de Winston Churchill y de Ronald Reagan. En suma, en el bando del canon y la cruz.
Doy gracias.
Por mi pasaporte con un águila de ojos muy abiertos, idéntico al pasaporte de los semidioses que pusieron pie en la luna.
Doy gracias.
Por comprender que la opresión que una vez me sometió desde el Estado y la miseria, ahora me quiere someter desde la plebe y el dinero.
Doy gracias.
Por las mil cosas simples que tengo en este día: una botella de Old Forester, que preserva el pionero espíritu de Kentucky; las orquídeas del patio que mi mujer resucita con unas manos más pequeñas, como las cantó Cummings, que las manos de la lluvia; el horno de ladrillo en que la carne siempre huele a la primera noche del fuego; las cuatro libras de New York Strip sazonadas con sal gruesa de Marsella y pimienta negra de Ceilán (nunca le voy a decir Sri Lanka) que mis hijos devorarán en la paz de los inocentes; el pequeño portarretrato con la última foto de mi padre mirándome por última vez a los ojos, a sabiendas de que se va. A sabiendas (y ahí su tristeza) de que yo también me iré.
Doy gracias.
Por los amigos que comparten (valga el lugar común) las buenas y las malas. Que me ayudan a soportar el peso de la felicidad y no se aterran de la ferocidad de mis odios.
Doy gracias.
Por la Sinfonía No. 3 de Sibelius, que detiene el tiempo en que escribo este texto y cuya cumplida ambición fue contener el río místico de la música en unas pocas figuras melódicas, en etéreas duraciones, en breves y sencillas armonías. Luz que danza en la oscuridad. Hielo que derrite hielo.
Doy gracias.

Tuesday, October 18, 2022

 DORIAN GRAY AND WOKISM

IS IT HUMANITY OR IS IT NY WOKISM?

NY POST:

Man sets NYC restaurant on fire over botched chicken order.

MSN:

Man with kids in car shoots drive-thru employee.

NBC:

Suspect in ‘Barbaric' EMS Veteran Slaying Had Prior Connection to Queens Stationhouse

Body of Man Slashed Multiple Times Found Near Manhattan High School

Deadly Slashing in Chinatown

Suspect Identified in Deadly Stabbing During Fight Over Bad Manners at NYC Smoke Shop

Man Wanted for Sexually Assaulting Runner Around NYC Park

Attacker Slashes Woman's Face on Subway Platform, Punches Another Woman While Fleeing

Confrontation Over Bad Manners Leads to Deadly NYC Stabbing

‘She's Bleeding!' NYC Subway Victim's TikTok Goes Viral

Woman Found Dead After Stabbing Inside Queens Apartment

AND THERE IS LOTS MORE...


Saturday, October 15, 2022

Recordando la obra publicada de Reinaldo Bragado Bretaña 
"La Estación Equivocada"
Su primera publicación ocupa un lugar especial 👍🏻
También es justo reconocer a Maria Rivera por su dedicación y responsabilidad en sus publicaciones póstumas, que ella hizo realidad.


 Disertación doctoral y tesis del Profesor David Walter Aguado

Disertación doctoral y tesis del Profesor David Walter Aguado, sobre Reinaldo Bragado Bretaña, su indoblegable ideología, su inclaudicable ánimo y su decisión de salvar a Cuba y sus valores. Un homenaje a la alegoría existencial de sus novelas y de su visión de la vida. Su rebelión ante la alienación del individuo por sus circunstancias, su rebelión contra la inacción y la indolencia ante las condiciones de su medio social. Su insistencia en el mantenimiento y resguardo de los verdaderos valores culturales de la idiosincrasia cubana, a pesar del alto precio a pagar. Este libro captura, la esencia, la premura e insistencia, del carácter de cada minuto de su vida, de sus libros y de su obra.

Tuesday, October 11, 2022

 "TERROR REVOLUCIONARIO"
CENSURA SIN ESPACIO
 Andres Reynaldo

Hace unos años que se impuso la tendencia del “safe space” en nuestras universidades y escuelas. Consiste en conceder a los jóvenes la potestad de rechazar las ideas contrarias al credo de la corrección política y la mentalidad “woke”. De hecho, es una férrea censura de izquierda que parte desde la base hacia el tope de las instituciones. La alegada posibilidad de daño sicológico ante la sola exposición de nociones conservadoras implica una inadmisible agresión que debe ser respondida, si es preciso, con la violencia física. Día tras día, los guardias rojos prohíben una conferencia, consiguen expulsar a profesores y condiscípulos, remueven estatuas y cancelan currículos, principalmente, de humanidades. No nos engañemos, estamos ante un nuevo terror revolucionario que apunta a la destrucción de lo que ellos llaman, con maligna ignorancia, la civilización del hombre blanco. A medida que esta generación de energúmenos sale de la universidad, el destructivo fenómeno se manifiesta en todas las áreas de la vida pública. Desde el comercio a la banca, desde el entretenimiento a la noticia, desde el deporte a la ciencia. Cito a Benjamin Franklin: “La libertad de expresión es el pilar de un gobierno libre; cuando este apoyo desaparece, la constitución de una sociedad libre se disuelve, y la tiranía se levanta sobre sus ruinas”. Yo no sé ustedes. Pero yo no veo la luz al final del túnel.

 

Monday, October 10, 2022

 Genial y verdadero, lo traigo de un posting de Andres Reynaldo. La Revolución Francesa, una de las tantas SANGRIENTAS revoluciones en la historia de la Humanidad



Sunday, October 9, 2022

 !PERFORMANCE! FOR THE SAKE OF ATTENTION or bad DaDa
                                Rudolf Schwarzkogler Tate Museum / Caramelos Anónimos
     
Andres Reynaldo
 
OCTUBRE 8, 2022

Una vez fui invitado a la casa de unos coleccionistas donde abundaban las obras de vanguardia. En particular, me llamó la atención la pieza de un artista cubano que buena parte de la crítica y el público considera un genio. Se trataba de un montón de caramelos arrumbados en una esquina que tenía el peso de un ser querido del artista. Si no recuerdo mal, con la ingestión de cada caramelo uno absorbía una porción de la esencia de ese ser querido. Se “interactuaba”, señaló el anfitrión, a quien por máxima discreción y de acuerdo a los códigos de la corrección política no identificaré como una persona menstruante o no menstruante. Alegadamente, esa confitería ambulatoria es una obra maestra. ¿Y sabemos, al menos, si el recordado ser querido era una persona dulce?, pregunté antes de llevarme a la boca uno de los caramelos, que tenía un plástico sabor de avejentada vainilla. Luego supe que la confitería ambulatoria no era una obra única sino una especie de costosa franquicia. Para cierre, al agotarse la montaña de caramelos era menester acudir a un costoso proveedor para renovar la esencia del ser querido. Lo que digo, aparte de las muchas distinciones recibidas en vida, el genio de marras merecía un Nóbel de Economía o ser nombrado al frente de una poderosa Cámara de Comercio. En muy pocos negocios, si alguno, redunda tan descomunal ganancia a partir de tan exiguo costo. Nunca volví a encontrar nada tan insustancial en materia artística y a la vez tan genial en materia financiera hasta que vi un plátano colgado de la pared en una reciente edición de Art Basel, en Miami Beach. Arte conceptual, le llaman a estas brillantes operaciones mercantiles, como si el resto del arte no naciera también del concepto. Como si uno no interactuara también con la Mona Lisa o el Retrato del Papa Inocencio X, de Francis Bacon. Por supuesto, yo soy un reaccionario, creyente de que el arte vale según exprese fundamentales ideas y sentimientos. En la medida que tenga una fuerza transformadora. Nadie vuelve a ser el mismo después de ver, escuchar o leer una obra lograda en la búsqueda de una elusiva perfección, de una profunda verdad, de un saber. Sea la Pietá de Miguel Angel, el Tannhäuser de Wagner, Los Demonios de Dostoievski o las sagradas artesanías del Magreb. Me pregunto quién habrá sido transformado, quién habrá experimentado un pálpito de belleza, un halo de misterio, una chispa de inteligencia, con toda esta feria perfomática. Lo mejor que se puede decir de la mayoría de estos “perfomeros” (y Cuba los pare en camadas) es que muestran un extraordinario talento para ocultar su ignorancia y asentar su prestigio en la renuencia a la agónica labor que distingue a todo verdadero creador. El experimento se valida en una auténtica superación del pasado. La ruptura aporta cuando tiende un puente. Cierto, la teología de Santo Tomás Aquino, la música de Beethoven, la poesía de Mallarmé, la pintura surrealista, por citar, fueron en sus respectivos momentos un escándalo para la tradición. Pero escándalos que abrieron nuevas puertas al conocimiento, que descubrieron nuevas verdades. O sea, escándalos capaces de enriquecer la tradición.