El joven aseguró que no participó en las protestas porque sabía que tendría una implicación legal en el proceso que hay en su contra desde que se paró en la calle Obispo con un cartel para pedir el cese de la represión en la isla.
testimonio_leonardo-romero-negrin-mp4 (videopress.com)
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"Están esposados y les caen a golpe", denunció.
El joven denunció también la impunidad con la que algunos oficiales golpean a los detenidos, sin importar que tengan dolencias en el cuerpo producto de la represión física.
Durante el diálogo con La Joven Cuba, Romero Negrín describió el maltrato psicológico al que los militares sometieron a los detenidos, luego que lo trasladaran por tercera vez, en esta oportunidad a la prisión de Menores del Cotorro. "Cuando llegamos a la unidad nos desnudaron a todos y nos decían que éramos unos maricones, unos chupa pingas y aquí les vamos a coger el culo, esa es la realidad", aseveró. Estuvo contra la pared, junto al grupo de detenidos, durante dos horas y de ese tiempo unos 40 minutos desnudo. "Se me acercaban por atrás, me agarraban por el pelo y decían 'chinita, con este pelito se puede hacer tremendo peluquín' y nos tocaban las nalgas", testificó.
Actualmente Leonardo Romero Negrín está en reclusión domiciliar por el supuesto delito de desorden público, algo que niega rotundamente porque él estaba en la calle sin participar en las protestas pacíficas. Solo se involucró cuando quiso defender al exalumno.
El testimonio del joven estudiante cubano pone al descubierto la violación de derechos humanos en la isla, sobre todo en el trato con los detenidos y reclusos, en contradicción con las Reglas Mínimas para el Tratamiento de los Reclusos (Reglas Mandela) un mecanismo de Naciones Unidas para garantizar los estándares que se reconocen como idóneos para el tratamiento de las personas privadas de su libertad.
Estos son sus principios fundamentales:
- Aplicación de forma imparcial y sin discriminación.
- El sistema penitenciario no deberá agravar los sufrimientos que implican la privación de la libertad y el despojo del derecho a la autodeterminación de las personas detenidas.
- Todos los reclusos serán tratados con el respeto que merecen su dignidad y su valor intrínseco en cuanto seres humanos.
- Nadie será sometido a tortura ni a tratos crueles, inhumanos o degradantes.
- Se tendrán en cuenta las necesidades individuales de los reclusos, en particular las de las categorías más vulnerables en el contexto penitenciario.
- Se deberán reducir al mínimo las diferencias entre la vida en prisión y la vida en libertad.
Ante las reclamaciones de las familias cubanas a las autoridades de la isla para saber en qué estado se encuentran sus hijos y la preocupación por la comunidad universitaria, el Ministerio de Educación Superior emitió un comunicado en el que dijo, sin precisar cifras, que era ínfima la representación de jóvenes de esa enseñanza
Datos oficiales estiman que el mayor número de detenidos oscila entre los 25 y 35 años, sin embargo no se precisa la cantidad de personas que se encuentran en centros de detención o prisiones cubanas.
El Observatorio Cubano de Derechos Humanos estimó, según la red de colaboradores de la isla y los testimonios difundidos en las redes sociales, que podrían ser más de 500 personas en todo el país.
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