UNA BREVE CONVERSASION CON BRAGADO
Ricardo López Llópiz
Para mí, recordar a Bragado no es un día en especial; es todos los días. Así, es el diario transcurrir de mi vida y mis diálogos con los para siempre presentes. Él es uno de mis mejores fragmentos del día, así como lo es mi Madre y otros amigos como Mario Palou, que son parte de mi para siempre, incluyendo mis cenizas. La vida ha sido generosa conmigo a través de mis amigos y del amor. A través de la obra de Bragado, que leo y releo esporádicamente, mantengo una conversación permanente con él, a través de sus libros. Siempre recuerdo un cuento del libro “Bajo el Sombrero”
“La Muerte
No lo creyó, estaba muy seguro de sus pantuflas y su televisor, de su cigarro y su trascurrir. No lo creyó, además, no le dio tiempo a creerlo. Ignoraba que viene sola y sin avisar, tan insistentemente solo como el hombre aquel que desayunó de pie el último día de su vida.” Reynaldo Bragado Bretaña.
Bragado, con la misma visión de Phillip K. Dick, vaticinó su muerte con exactitud. No sé porque pienso que sabia que iba a ser lunes en su visita sorpresiva. A diferencia de mi amigo Mario que la conocía de antemano, y esperaba preparado en todo momento.
En la Obra de Reinaldo Bragado, la conversación continua:
El Álbum de Las Sombrillas (poesía)
Para mí, recordar a Bragado no es un día en especial; es todos los días. Así, es el diario transcurrir de mi vida y mis diálogos con los para siempre presentes. Él es uno de mis mejores fragmentos del día, así como lo es mi Madre y otros amigos como Mario Palou, que son parte de mi para siempre, incluyendo mis cenizas. La vida ha sido generosa conmigo a través de mis amigos y del amor. A través de la obra de Bragado, que leo y releo esporádicamente, mantengo una conversación permanente con él, a través de sus libros. Siempre recuerdo un cuento del libro “Bajo el Sombrero”
“La Muerte
No lo creyó, estaba muy seguro de sus pantuflas y su televisor, de su cigarro y su trascurrir. No lo creyó, además, no le dio tiempo a creerlo. Ignoraba que viene sola y sin avisar, tan insistentemente solo como el hombre aquel que desayunó de pie el último día de su vida.” Reynaldo Bragado Bretaña.
Bragado, con la misma visión de Phillip K. Dick, vaticinó su muerte con exactitud. No sé porque pienso que sabia que iba a ser lunes en su visita sorpresiva. A diferencia de mi amigo Mario que la conocía de antemano, y esperaba preparado en todo momento.
En la Obra de Reinaldo Bragado, la conversación continua:
El Álbum de Las Sombrillas (poesía)
En Torno Al Cero (cuentos)
La Estación Equivocada (novela)
Después de La Vigilia (cuentos)
Bajo el sombrero (cuentos)
La Alcantarilla Mágica (cuentos y poemas)
Curazao 24: Cuidado con el perro (cuentos)
La Muerte sin Remitente (novela)
El Existencialismo Cubano y el paradigma
de los escritores en la isla (ensayo)
Las Fisuras Tomo I Tomo II (periodismo)
Castro frente a Castro (testimonio)
La Noche Vigilada (novela)
La ciudad Hechizada (novela)
Reinaldo Bragado, Después de la vigilia. Abro uno de sus de cuentos al azar. El cuento “El Juego Perdido,” y empieza: “Era inútil insistir en lo mismo: tiempo perdido, ceniza esparcida, hoja seca al viento…” Y pienso; pero coño mi amigo era un poeta visionario… vio su propia muerte y mucho más. Menos mal que no me di cuenta y lo disfruté sin su aureola…
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